España es uno de los países en los cuales se hace una mayor inversión de bienes raíces debido a que la fuerza del sector inmobiliario del país no ha disminuido con el paso del tiempo, atrayendo así a inversiones de todo tipo. Aun así ¿qué entendemos por bienes raíces? ¿De qué manera se puede invertir en ellos?
En Préstamos Promotor ponemos a tu disposición una pequeña guía sobre el significado de los bienes raíces, las diferentes tipologías que existen y las distintas maneras en las que se puede invertir en ellos.
¿Qué son los bienes raíces?
Los bienes raíces son otra manera de denominar a los bienes inmuebles, llamados “Real Estate» en el mundo anglosajón, concepto cada vez más usado en la industria inmobiliaria de España en su acepción en inglés.
El Código Civil determina en el artículo 334 que los bienes inmuebles o raíces son tierras, edificios, caminos y construcción fijada al suelo, es por ello que se les atribuye el nombre raíces.
En cambio, los bienes muebles son aquellos que se pueden transportar de un lugar a otro sin deterioro de la cosa inmueble a la que está adherida. Consecuentemente, se consideran bienes raíces o inmuebles las viviendas, naves industriales, locales comerciales, sueños y, por el contrario, son bienes muebles los coches, las mesas, ordenadores…
Los inversores suelen optar por bienes raíces a la hora de hacer una inversión, puesto que a lo largo de la historia ha acostumbrado a dar buenos retornos. Pese a esto, en el elenco de opciones de inversión dentro de la categoría de bienes raíces hay que valorar cuál se adapta mejor a nuestra táctica.
Tipologías de bienes inmuebles
Existen tres grandes tipologías de bienes inmuebles en función de su uso:
1. Residenciales
Pertenecen a esta categoría los suelos o terrenos catalogados como residenciales, edificios, chalets o pisos.
2. Comerciales
En esta categoría se encuentran los suelos o terrenos considerados comerciales, edificios de oficinas, centros comerciales o grandes almacenes.
3. Industriales
Dentro de los bienes inmuebles industriales encontramos aquellos suelos o terrenos consideramos industriales como las fábricas, minas o granjas.
¿De qué manera se consigue la rentabilidad de los bienes raíces?
Las maneras más frecuentes de conseguir sacarle rendimiento a los bienes raíces son las siguientes:
1. Compra-venta
Este método consiste en adquirir un bien inmueble y venderlo una vez haya pasado un periodo de tiempo y se haya revalorizado. La rentabilidad, por tanto, no es inmediata, puesto que la venta no se puede efectuar hasta al cabo de unos meses o que se produzca por otros condicionantes del mercado.
2. Comprar un local o vivienda devaluados y llevar a cabo una reforma para venderla con un margen mayor
Consiste en un tipo de compra-venta, pero añadiendo valor, no obstante, es indispensable seleccionar una buena ubicación y una vivienda o local que tenga posibilidades de conseguir ese margen una vez se haya reformado.
Hay que tener en cuenta que la obra revalorizará el bien, pero deberá cuantificar el total de la inversión en cuanto a compra, gastos y reforma, además del precio de reventa al que aspiramos para que resulte rentable la operación.
3. Alquilar un local o vivienda a medio/largo plazo para conseguir una renta
En este escenario, se debe considerar el monto íntegro de la inversión, es decir el dinero que se ha destinado a la compra, gastos, impuestos a pagar y los beneficios que se espera conseguir con el alquiler.
En el caso de las viviendas, se les añade un gasto extra que consiste en el mantenimiento cada vez que se cambia de inquilinos. Y los locales deberán adaptarse a la actividad que esté desarrollando el arrendatario, el cual acostumbra a realizar obras que agregan valor al inmueble alquilado.
4. Alquilar la vivienda como estancia turística
Los propietarios de viviendas acostumbran a conseguir rentabilidad a través de esta vía, especialmente en los últimos años con la llegada de plataformas como Airbnb o HomeAway.
En esta modalidad existen algunas desventajas como gastos extras destinados al mantenimiento frecuente y la posibilidad de que la vivienda sufra un desgaste por su frecuencia de uso. Además, también supone una mayor implicación por parte del propietario en la mayoría de casos.
5. Alquilar el local o venderlo en un contrato de alquiler en curso
Si se dispone de una propiedad de un local que está siendo alquilado con un contrato, al venderlo se le añadiría valor a la venta, puesto que el comprador conseguirá beneficios desde el principio.
6. Crowdfunding inmobiliario
La tecnología y el sector inmobiliario establecieron una alianza hace tiempo para conseguir que los inversores pudieran conseguir una mayor inversión en bienes raíces a través del crowdfunding inmobiliario.
Cada modalidad de inversión es distinta y cuenta con diferentes niveles de riesgos, rentabilidad y plazo para conseguir beneficios. Es por ello que se debe estudiar de manera detenida cuál es la alternativa más adecuada en relación a nuestra estrategia de inversión.
Con esta guia ya estás preparado para hacer una inversión en bienes raíces, ahora solo te falta saber qué aspectos tener en cuenta antes de lanzarte a la piscina. Te hacemos una pequeña recopilación a continuación:
- Analizar tu situación
- Estudiar profundamente la operación teniendo en cuenta cuestiones financieras, legales y fiscales
- Conocer el mercado inmobiliario y su evolución
Ya estás listo para convertirte en todo un inversor de éxito, aunque te aconsejamos consultar nuestros artículos sobre terrenos abandonados en España y terrenos urbanizables para que sepas bien si tu inversión es fiable o no.