Una promotora inmobiliaria es un tipo de organización que desarrolla proyectos de construcción desde cero o renueva una propiedad existente. Estos desarrollos incluyen inmuebles residenciales, comerciales e incluso industriales.
Los proyectos de una promotora pueden ser tan pequeños como la construcción de una vivienda unifamiliar o tan grandes como la remodelación de toda una comunidad de vecinos o urbanización.
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Formación requerida para empezar una promotora
No se necesita una educación formal y concreta para convertirse en promotor inmobiliario, aunque es recomendable tener alguna base relacionada con las finanzas o bien con la arquitectura/ingeniería.
No obstante, muchos de los promotores inmobiliarios residenciales y comerciales de éxito basan gran parte de su trabajo en lo que les ha enseñado la experiencia. Dicho esto, la creación de su propia empresa promotora y la búsqueda de clientes inversores no está supeditada a un determinado nivel de formación.
Formación de base que puede ayudar
Por otro lado, algunos promotores inmobiliarios sí recibieron una educación formal en un área específica, convirtiéndose siendo antes corredores inmobiliarios comerciales, contratistas generales o agentes inmobiliarios residenciales, todos los cuales requieren una educación específica. O bien, pueden haber trabajado para una empresa especializada en la gestión de la construcción o la administración de propiedades y luego han empezado su propio negocio.
Tener experiencia en diversas áreas del mercado inmobiliario -desde cómo colocar yeso hasta cómo redactar un contrato de alquiler- puede ciertamente ayudarle a ser un gestor competente de una propiedad de inversión que se está construyendo desde cero, especialmente cuando se trata de proyectos más multifacéticos como una inversión industrial o un desarrollo de uso mixto.
¿Qué hace y cómo trabaja un promotor inmobiliario?
Los detalles exactos de lo que hace un promotor inmobiliario varían de un proyecto a otro. Básicamente, los promotores inmobiliarios son responsables de la planificación, financiación y ejecución de proyectos inmobiliarios.
Aunque no estén en la obra colocando paneles de yeso o redactando planos, son el cerebro de la operación y son responsables de asegurarse de que todas sus partes se muevan eficazmente hacia el objetivo final.
- En la fase de planificación, un promotor inmobiliario se encarga de buscar terrenos o localizar propiedades. Tendrá que redactar los planos arquitectónicos, tanto para los proyectos de nueva construcción como para la renovación de las propiedades existentes. También tendrá que conseguir los permisos para que el proyecto pueda avanzar sin problemas legales.
- En la fase de financiación, el promotor inmobiliario tendrá que conseguir fondos para las obras. Puede que ponga sus propios fondos; puede buscar financiación para una promoción inmobiliaria a través de otras fuentes, como inversores inmobiliarios. Estos inversores pueden estar dentro de su red profesional o incluso ser unos completos desconocidos. Por supuesto, un buen abogado debe redactar un contrato y crear un andamiaje legal que proteja los intereses de todos.
- En la fase de ejecución, una vez realizada la planificación y asegurada la financiación, el proyecto seguirá adelante. Habrá que establecer contratos con los equipos de construcción, lo que puede resultar complicado en proyectos de gran envergadura con equipos diversos. A menudo, ésta es la parte más difícil del desarrollo inmobiliario y la que retrasa el proyecto, por lo que los mejores promotores inmobiliarios son también gestores competentes sobre el terreno.
Cómo abrir tu propia promotora inmobiliaria
Muchas personas confunden la idea de promoción inmobiliaria con la de inversión inmobiliaria. En realidad, un inversor inmobiliario podría ser también un promotor inmobiliario, pero el desarrollo inmobiliario se centra más en el proceso de creación de bienes inmuebles que generen flujo de caja, mientras que la inversión inmobiliaria se centra más en el proceso de gestión de los mismos.
A continuación daremos algunos consejos muy útiles para quienes quieran abrir su propia promotora inmobiliaria:
- Conozca su zona. Hay una serie de factores externos que pueden afectar a un proyecto. Algunos tan sencillos y predecibles como los ciclos ambientales, como considerar el efecto del clima en la obra: ¿Es la ciudad un destino tropical o los inviernos son muy duros? ¿Existen meses de lluvias muy intensas que pueden retrasar las obras? Un buen promotor debe conocer la zona en la que trabaja, desde el paisaje, la meteorología, hasta el clima sociopolítico. Ejemplo: desarrollar treinta parcelas de viviendas unifamiliares en una zona donde hay muchos jóvenes profesionales que buscan mudarse a pequeños apartamentos no es una receta para el éxito financiero.
- Identifique su nicho. Si se dedica a demasiadas áreas del sector inmobiliario, puede dar la impresión de no ser experto en ninguna de ellas, lo que perjudica la confianza de los inversores. Con el tiempo, podrá diversificarse en diversas áreas, pero cuando empiece, elija sólo una área inmobiliaria concreta y especialícese en ella.
- Protéjase. No es conveniente que dirijas este tipo de empresa bajo tu propio nombre, sobre todo por la cantidad de cosas que pueden salir mal. Si los proyectos fracasan, los inversores pueden llamar a su puerta para recuperar sus fondos. Pueden ocurrir accidentes en la obra. Los proyectos pueden desviarse del calendario y sobrepasar el presupuesto, poniéndole a usted y a sus objetivos en peligro. Contrate a un abogado para que le proteja a usted y a sus activos durante todo el proceso de desarrollo inmobiliario. La forma más sencilla de hacerlo es a través de la creación de una S.L. (Sociedad Limitada).
- Crea tu equipo. No puede hacerlo todo usted mismo, aunque sea un arquitecto, topógrafo y contratista experimentado. Este es quizás el aspecto más importante de cualquier proceso de desarrollo inmobiliario con éxito. Si tiene que despedir a un miembro clave de su equipo, o éste le abandona, se encontrará con un trabajo deficiente o incluso con un proyecto detenido. Asegúrese de contar con abogados, contratistas, arquitectos y agentes inmobiliarios de confianza para llevar a cabo su trabajo de principio a fin. Los promotores inmobiliarios más exitosos tienen un buen equipo detrás.
- Buscar inversores. En realidad, siempre debería estar buscando inversores para financiar sus proyectos inmobiliarios. Todo el mundo que conozca es un inversor potencial, así que téngalo en cuenta a la hora de establecer redes y contactos.
- Tenga siempre un aspecto profesional, lleva tarjetas de visita y diseña una página web que muestre tu trabajo con fotografías profesionales. No hace falta ser un fotógrafo profesional para tener fotos de alta calidad.
El sector inmobiliario existe desde que hay mercado para el suelo. Con la experiencia y la formación adecuadas, puede aprovechar el poder financiero del mercado desarrollando propiedades, ya sean residenciales, comerciales o industriales, y dejar que otros se preocupen de aportar el capital.
Si le gustan las actividades creativas y de gestión, como construir y dirigir un equipo, la promoción inmobiliaria puede ser más adecuada para usted que la inversión inmobiliaria. Sólo recuerde la importancia de rodearse de un buen equipo, que por supuesto incluye un sólido asesoramiento legal por parte de asesores profesionales.